Los diez mejores atletas venezolanos del siglo XX

A partir de mediados del siglo pasado, el deporte en Venezuela tuvo una explosión y un crecimiento que trajo consigo muchos de los mayores logros y alegrías que ha vivido el país a lo largo de su historia. Muchas gestas fueron conseguidas bajo condiciones adversas y le ganaron a un selecto grupo de venezolanos el mote de ‘héroes’.

En el año 1999, el Círculo de Periodistas Deportivos (CPD) de Venezuela tuvo la idea de reconocer a estos hombres llevándolos a la elección popular. Es decir, haciendo que los venezolanos conocedores de deportes se inclinaran por los mejores para armar una lista de las grandes hazañas del siglo y los mejores atletas vistos por la nación en el último siglo del milenio, entre la cual un deporte como el fútbol no tuvo consideración por los pobres resultados obtenidos hasta le época. Esta actividad fue definida como la ‘Encuesta Deportiva del siglo XX’. 

Los 10 mejores atletas del siglo XX

Luis Aparicio Montiel, el mejor atleta venezolano del siglo XX (Cortesía)

Un premio muy reconocido en el país es el ‘Atleta del año’, que entrega el CPD tradicionalmente al deportista más destacado en una temporada, sea cual sea la disciplina que defienda. Sin embargo, el reto de elaborar la lista de los 10 grandes deportistas en 100 años fue una aún más difícil tarea que arrojó los siguientes nombres:

 

10. Vidal López

Nacido en Río Chico, estado Miranda, Vidal López fue uno de los primeros beisbolistas venezolanos de alto nivel en la primera mitad del siglo y fue considerado uno de los más completos jamás visto en los terrenos nacionales. Jugó y fue estrella en Venezuela, Puerto Rico, Cuba, México y República Dominicana, sin poder llegar a las Grandes Ligas por culpa de la exclusión a los negros en los Estados Unidos. En su nombre se construyó una estatua en su pueblo y un estadio en El Cafetal.

 

9. Horacio Esteves

Fue un atleta que brilló a nivel internacional en la década de 1960, llegando a sorprender por su gran velocidad y por sus victorias en los Juegos Bolivarianos de 1961, así como los Centroamericanos y del Caribe en 1959 y 1962. Estuvo en los Juegos Olímpicos de 1960, alcanzando las semifinales de la competencia en la disciplina de 100 metros. En 1964 marcó su récord de 10 segundos en el Brígido Iriarte, aunque no pudo asistir a los Juegos de ese año por una lesión.

 

8. David Concepción

Considerado el más espectacular de los shortstop venezolanos, uno de los más completos e integrante de ‘La Maquinaría Roja’ de Cincinatti entre 1975 y 1976, ‘El Rey’ fue un beisbolista que jugó casi 20 años en las Grandes Ligas y que sirvió de inspiración para muchos jóvenes venezolanos por su gran talento y profesionalismo.

 

7. Johnny Cecotto

Es un antiguo profesional de las competencias de alta velocidad como el automovilismo y el motociclismo, disciplinas en las que destacó al punto de ganar dos campeonatos mundiales en moto y ser el segundo venezolano en correr en la Fórmula 1, luego de Ettore Chimeri. A diferencia de su compatriota anterior, Cecotto compitió una temporada entera en la máxima categoría del automovilismo y su mejor actuación fue un sexto puesto en 1983.

 

6. César Antonio Girón

Fue uno de los toreros más destacados en toda la historia de esa disciplina en Venezuela, la cual tuvo su auge en la década de 1950, en parte gracias a su influencia. Fue una estrella a nivel nacional y compitió en Europa, llegando a despertar una admiración tal que le valió una estatua en su conmemoración en su natal estado Aragua. Su inclusión en la lista fue una forma de resaltar la importancia de la tauromaquia en el país.

 

5. Teo Capriles

Deportista venezolano por excelencia, destacado en ciclismo, atletismo y natación. En bicicleta fue el primer criollo en ganar oro en los Juegos Bolivarianos, Centroamericanos y del Caribe, pero no pudo ir a unos Olímpicos por falta de organización deportiva nacional. Además, fundó la Federación Venezolana de Natación.

 

4. Asnoldo Devonish

Mención especial para Devonish, quien fue un excelente atleta a mediados de siglo y fue nada menos que el primer venezolano en conseguir una medalla en unos Juegos Olímpicos. Fue un bronce en Helsinski 1952, en la disciplina de Salto Triple, en la que más de 60 años después la joven Yulimar Rojas logró una medalla plateada que llenó de orgullo al país. Además de ello, Devonish fue múltiples veces campeón en campeonatos sudamericanos y Juegos Bolivarianos.

 

3. Andrés Galarraga

El ‘Gran Gato’ Galarraga es un ídolo deportivo indiscutible en la historia de Venezuela. Múltiples veces ganador del premio ‘Atleta del año’, fue a cinco juegos de estrella, ganó dos guantes de oro, dos bates de plata y un campeonato de bateo en las Grandes Ligas, el mejor beisbol del mundo. Antes de 1999 tuvo sus mejores años, siendo una máquina de batear, dar jonrones e impulsar carreras. Su elección tiene mérito pues al momento de ser seleccionado, su carrera aun estaba en desarrollo.

 

2. Francisco ‘Morochito’ Rodríguez

Los Juegos Olímpicos son la máxima expresión del deporte y Venezuela solo presume dos medallas de oro en esa competencia. Una de ellas fue en el siglo XX y le pertenece a Francisco Rodríguez, gloria nacional y púgil campeón en México 1968 en la categoría peso mosca-junior, primer oro en la historia para la nación. Su inclusión en la lista no tiene ningún tipo de discusión.

 

1. Luis Aparicio

Al ser el beisbol el deporte nacional, la elección de Luis Aparicio Montiel como el deportista más grande del siglo pasado no tiene ninguna objeción. Fue estrella en las Grandes Ligas, obtuvo números soñados por cualquier beisbolista y fue el primer y -aun al sol de hoy- único venezolano llevado al Salón de la Fama de Cooperstown, donde solo entran los más brillantes peloteros de todos los tiempos. Al momento de su retiro de la pelota, fue el mejor campocorto jamás visto en su deporte. Fue exaltado en 1984, representando una de las más grandes alegrías deportivas en la historia del país. Palabras mayores.

Las tres grandes hazañas del deporte en el siglo XX

Selección venezolana campeona del Mundial de beisbol 1941 (Cortesía)

Asimismo, el Círculo de Periodistas Deportivos también eligió en su momento los tres hitos del deporte en Venezuela en esos 100 años y se decidió por tres dirigentes destacados del siglo.

La hazaña elegida como la más importante fue el triunfo del campeonato mundial de beisbol de 1941, en el cual Venezuela derrotó a Cuba en la final por 3-1 en La Habana, dando nombre a los inmortales ‘Héroes del 41′.

Además de ese hecho, otros dos momentos destacados del deporte venezolano fueron: la medalla dorada de Francisco ‘Morochito’ Rodríguez en México 1968, la primera para el país hasta 2012; y el subcampeonato de la selección venezolana de básquet en 1992 en el Preolímpico Portland, luego de ganar el Campeonato Sudamericano en 1991 y lograr un sexto lugar en los Panamericanos del mismo año, para llevar al baloncesto por primera vez a los Juegos Olímpicos.

Entre los dirigentes del siglo, José Beracasa, Flor Isava y Fernando Romero fueron los seleccionados. Como mejores entrenadores figuran Ladislao Lazar, Pedro Honorario Cuggia y Hely Montes.

 

Richard Alexander Núñez, 15 de febrero del 2018.
Cátedra: Periodismo Deportivo
Universidad Santa María
Profesor: Manuel Álvarez Alfonzo

Héroes anónimos

Se aprende todos los días, suele decir la gente cuando algo les sorprende. Estamos acostumbrados a patrones de comportamiento y cuando vemos que alguien se sale de él, nos llama la atención.

Toda la vida hemos tenido héroes. De niños más ficticios que reales. En películas, comiquitas, libros, casi siempre encontramos la figura de un salvador. Alguien adorable que se gana el afecto de la gente por sus acciones fantásticas. Vamos creciendo y los vamos viendo en distintas formas, pero héroes siempre hay.

Nunca había pasado un fin de año en Mérida, lo hice por primera vez este recién terminado 2015, con mi hermana y mis padres. Si bien la carretera era la misma de siempre, lo que nos encontramos en ella era nuevo para nosotros: la tradición de quemar el año viejo, tradición que atrae a muchos niños humildes de los páramos andinos. Consiste en preparar un muñeco de trapo y prenderlo en fuego en la vía pública, simbolizando una despedida para el agotado año.

En la previa a la quema, los niños crean una suerte de alcabalas y parecen pedir plata, quien sabe para qué. No sé si lo hacen mandados por algún superior, o por voluntad propia, o por imitar generaciones pasadas. La verdad, no lo sé. Lo cierto es que los niños, que no pasan los 12 años, lo hacen, tocan los vidrios de los carros y algo piden. Algunos educados no piden nada, pero te miran como esperando algo y aunque no reciban nada,  sonreídos te gritan “¡feliz año!”.

Como de costumbre algunos colaboran con dinero, otros no. Desde el inicio del páramo en Barinas hasta la llegada a la ciudad de Mérida esta imagen se repetirá algunas 8 o 9 veces. Vi como muchos daban billetes de veinte o cincuenta bolívares, otros preferían no hacerlo. La verdad es injusto juzgarlos, porque hay tantas alcabalitas, que si a alguno se le ocurre dar dinero en todas esas paradas casi obligadas, llegará a su destino casi sin efectivo.

Pasé un par de días en Mérida y seguí viendo esto en las carreteras, ya sin llamarme la atención, entendí la normalidad de lo acostumbrado. Nos devolvimos a Caracas la mañana del día 2 de enero, pasamos el páramo desde las 8 hasta las 12 de la mañana. Fue en ese espacio de tiempo, donde vi cómo se iluminaban los ojos de los niños ante un héroe, una especie de Santa Claus o Niño Jesús.

Me sorprendí cuando lo vi. Fue genial, emocionante. Cuando los cuatro pasajeros del carro en el que yo iba lo vimos, no pudimos hacer más que sonreír. El hecho fue inesperado y encantadora era la reacción de los niños que se miraban incrédulos. No tenía precio.

Una camioneta Mitsubishi gris, tal vez del año 2009, que iba delante de nosotros en perfecta fila india, en cada parada que veía niños, bajaba sus vidrios. Los chiquilines salían corriendo a la camioneta a pedir, pero sus caras se iluminaban cuando se acercaban a la ventana del vehículo. Metían las manos en el interior del carro y de él, todos los niños presentes, sacaban bolsos repletos de juguetes. Carritos, peluches, muñecos, animalitos, había de todo. Parecían los cotillones de las épocas anteriores, que venían repletos de cualquier tipo de juguetes.

Era impresionante para ellos y para nosotros, espectadores de lo fantástico. Rápido se iban corriendo los niños a sus casas, cercanas al camino, a registrar sus nuevos regalos, ansiosos por estrenarlos. Ninguno se lo esperaba, por eso se les veía tan felices como nunca vi a ningún otro niño. Era distinta a la sorpresa de las navidades o el día del niño, porque en esas fechas ellos sospechan que algo les van a regalar. Esto era otra cosa. Era una infinita sorpresa seguida de una invaluable felicidad.

Nuestro héroe, el de la camioneta Mitsubishi, seguía su trayecto con tranquilidad. No esperaba reconocimientos, ni aplausos, ni besos, ni abrazos. Él iba repartiendo instrumentos de pura felicidad en donde podía, sin querer llevarse el mérito. Sus vidrios estaban cubiertos con un papel ahumado lo suficientemente oscuro para que no se viera el interior. Queda claro que no le interesaba el comentario hacia él. Él era un auténtico héroe, el héroe anónimo que cruzó las montañas.

Me interesó saber cómo era nuestro héroe, así que seguimos su andar hasta Barinitas. Ahí, lo adelantamos y pude ver que iba acompañado de una mujer en el asiento del copiloto. No pude ver sus rostros ni nada para calcularles por lo menos la edad. Se veía un rosario en el retrovisor y nada más. Puse todo el empeño para mirar, a través de mis lentes, sus caras, tanto así que me olvidé de ver aunque sea la placa del carro, pero a la distancia que ya estábamos, solo pude ver que empezaba con un “LBB 2..”

Empatando también se gana

ehincha

Dicen que el Torneo de Adecuación será un banco de pruebas, que los entrenadores lo usarán para probar juveniles y aceitar sus equipos (cosa que no creo cierta, peros supongamos que si). Entonces, ¿qué mejor lugar para olvidarnos un poquito de la rigidez del resultado y prestarle más atención a la forma de jugar? Es ahora o nunca.

Es el momento de pensar en mejorar las formas. El Caracas de Saragó, de buen 2015 en cuanto a resultado (y correcto en cuanto a juego, sin deslumbrar ni pasar desapercibido) parece que está decidido a profundizarse en la esencia de la competencia: jugar mejor que el rival y ganar. Con una buena pretemporada y dos partidos del nuevo torneo, parece que esa es la intención. Seguir mejorando.

Intensidad y búsqueda del protagonismo en Amazonas, con un resultado de 0-4 para debutar no está nada mal. Había que reforzarlo ante Lara…

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Se abre la puerta

ehincha

REUTERS/Jorge Silva

En alguna página de su libro titulado «El alma en los pies» el sociólogo, columnista del Diario El Nacional y futbolero Ignacio Ávalos Gutiérrez, habla con acierto de la Venezuela actual como «el país políticamente polarizado y maniqueo en el que ahora pasamos la vida» y deja entrever que en esta sociedad en la que estamos viviendo pocas veces encontramos un hecho común para hablar de «nosotros» como compatriotas y enorgullecernos de esa situación. Y remarca, con más acierto aún, que La Vinotinto abre una puerta al cambio, se convierte en la puerta a un «nosotros».

Progresivamente (vaya paradoja) la situación venezolana vista desde lo político y lo económico -naturalmente- ha hecho empeorar la condición social y nos ha convertido en un pedazo de tierra compartida entre personas que pocas veces estamos de acuerdo en algo y donde reina el hablar en dirección contraria…

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José Manuel Rey: la despedida de un monarca

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«Todo un rey, señores»

En las monarquías, una de las formas de gobierno más antiguas que la historia recuerde, el Jefe de Estado recibe el nombre de “rey”. En la mayoría de los casos, esta posición no es designada ni elegida, es más bien heredada.

En el fútbol, tal vez el lugar más democrático del mundo, no existen estas características. Nadie hereda liderazgo ni una posición superior. El que llega a ganar algo, ser reconocido por el público o ser líder de un equipo lo hace por sus propios méritos, por lo que sude, por lo que grite, por lo que contagie o por lo que le dé al equipo. Es decir, nadie regala nada. Todo está por ganarse.

Hablar de una carrera ejemplar de 20 años (desde 1994 a 2015) para justificar el liderazgo y la jerarquía de un jugador es ser injusto, es no decir…

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Eduardo Saragó y el 2015: forma y fondo

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En el fútbol existe una discusión cuando se piensa en el proceso del director técnico al mando de un equipo: se llega a un acuerdo general con respecto a los objetivos, se discuten las maneras. Fondo y forma. Hay miles de ejemplos, unos más mediáticos que otros. Desde José Mourinho en el Real Madrid hasta César Farías en la selección vinotinto. Es la discusión futbolera más antigua, jugar bien o jugar mal, pero todos de acuerdo en ganar.

El Caracas contrató por un año a Eduardo Saragó el viernes 17 de mayo del año 2013, técnico joven con un gran palmarés para su edad, campeón de un torneo corto con el Deportivo Italia y campeón absoluto de manera excepcional de la temporada 11-12 con el Deportivo Lara. Era en ese momento candidato para dirigir a la selección nacional y el favorito de la hinchada capitalina para dirigir al club de…

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La hora de la verdad, la hora de la comunión

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Entrenador, capitán, goleador, equipo y los hinchas

Tan solo tres fechas le restan, tres compromisos ineludibles, tres partidos que el Caracas debe afrontar con el mayor de los compromisos, teniendo en cuenta que ya entró en el último sprint del campeonato y ya comprometió las ganas, el esfuerzo y la ilusión global del Mundo Caracas para conseguir ser campeón del Torneo Clausura y eventualmente la duodécima estrella.

El domingo 12 de abril se enfrentó al Atlético Venezuela en condición –formal- de visitante, pero con inmensa mayoría de hinchas rojos en las tribunas, tanto en la que fue asignada a los locales, como la tribuna visitante. En la primera de las últimas 4 batallas, paró el ya clásico 4-2-3-1, con la vuelta del arquero Baroja, pero sin contar aún con el referente en la generación, Otero.

Junto con el arquero recién nombrado, alinearon Vargas, Di Giorgi, Sánchez, Quijada; Mea Vitali…

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El goleador en racha y el campo de batallas

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Le quedan cuatro fechas por jugar y es líder momentáneo del torneo (a espera de lo que pueda pasar con Zamora y Táchira, quienes deben fechas por jugar y tienen posibilidades), el Caracas entró al momento donde el fanático deja de fijarse en el juego, en el planteamiento o la estética y solo se fija en el marcador. El único requisito que el hincha avileño tiene con el marcador es que este favorezca al Caracas.

El domingo 29 de marzo enfrentaba en casa, el Campo de Batallas, al Deportivo Petare, en el derbi de la capital. Para hacerlo, no contaba con Alaín Baroja ni Rómulo Otero, uno por estar en la Selección y el otro por la lesión que lo persigue, por lo que paró este 11: Yustiz; Vargas, Sánchez, Di Giorgi, Quijada; Mea Vitali, Andreutti; Bordagaray, Flores; Cádiz y Farías, en un 4-4-2, negando el 4-2-3-1 que necesita de…

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En el equipo de Saragó no hay inamovibles

ehincha

Hasta el miércoles 18-3-15 se podía pensar que en el Caracas había una base que conformaba el 11 titular para cada partido. Entre los que integraban la base debían estar Miky Mea Vitali, el capitán y salida clara del equipo, y Rómulo Otero, el mejor jugador del equipo y una de las figuras del fútbol local. Por distintas razones, Eduardo Saragó no pudo contar con estos dos juntos desde el arranque de un partido desde el  1-2-15, contra Mineros en el Olímpico.

Aquella tarde en el Olímpico el capitán del rojo, Mea Vitali, vio la roja, lo que naturalmente lo hizo perderse el siguiente cotejo contra Aragua, partido donde Rómulo Otero se lesionó. A partir de ahí, el DT ha debido crear alineaciones inéditas en su gestión, donde siempre habían repetido el 5 y el 10.

Contra Anzoátegui en casa, por fin tenía la posibilidad de alinearlos…

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Imposible ganar

ehincha

Foto: AVS

Un campo de fútbol donde la pelota no rueda con uniformidad, donde se dificulta la elaboración de juego, un gol anulado, un arquero rival David González que le gana el único mano a mano en toda la tarde a tu 9 y un equipo maniatado al sistema del rival nos lleva a la conclusión: el domingo 8 de marzo para el Caracas era imposible ganar.

Eduardo Saragó evaluó y tomó la decisión de repetir 11 inicial por lo que había visto el miércoles ante Zamora. Era su mejor opción al seguir sin poder contar con Rómulo Otero en su totalidad. Entonces, Baroja- Vargas, Di Giorgi, Sánchez, Quijada- Mea Vitali, Andreutti- Flores, Díaz, Bordagaray- Farías (4-2-3-1) eran los encargados de hacer que el rojo siguiera en la cima ante un Lara de Dudamel que ya tenía en mente qué hacer para contrarrestarlos.

El partido en general fue muy…

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